>> Fotografía superior: Ana González
Almonaster está llena de bonitos y pintorescos rincones. Algunos de ellos, como los que se encuentran dentro de su singular mezquita, te hacen viajar al pasado e imaginar cómo era la vida hace siglos. Caminando por el Paseo de Ronda, de camino a la mezquita, vemos como antiguas cuadras han sido rehabilitadas por particulares, dando un encanto mayor al recorrido. Las vistas desde este camino junto a la antigua fortaleza, son inigualables.
Y desde el pórtico de la mezquita, ubicada en un cerro, se divisa otro cerro, el de San Cristóbal, a 900 metros de altitud. La cima del Cerro de San Cristóbal ofrece un punto de visualización de los más amplios que podemos encontrar en la geografía de la provincia de Huelva. Preciosas son las vistas que se aprecian de Almonaster desde aquí.
No podemos dejar de mencionar el maravilloso sendero que sube hasta él, con tradicionales caminos, flanqueados por muros de piedra y antiguos empedrados bien conservados; bosques de encinas y alcornoques intercalados con el quejigo andaluz. Incluso podemos encontrar castaños a medida que vamos subiendo.
Al llegar a una zona denominada «La Ceña», podemos cruzar a la derecha una pequeña rivera, cuyas aguas surten a la zona de huertas y frutales. También servían para el funcionamiento de un antiguo molinos harinero, cuyas ruinas, casi intactas, aún pueden observarse en este preciado lugar. La cima del Cerro de San Cristóbal es además un espacio idóneo para la observación de aves planeadoras y de paso migratorio.
Caminando por las bonitas calles empedradas de Almonaster, la mayoría de los visitantes no pueden dejar de parar al pasar junto a la calle La torre o la de Santa Eulalia. Crean la necesidad de fotografiar su especial encanto y más cuando nos percatamos de que al fondo de la calle, en lo alto, está la impresionante Mezquita.
Cada detalle de las fachadas de sus casas, sus zaguanes, las flores que sobresalen de las viejas tapias, la calle Minarete, las fuentes,…son rincones singulares que quieres retener en la retina para siempre.